Con la amistad de más de 15 años entre María Fernanda y Alexis Salazar trabajando en el área social, se da inicio a lo que hoy en día es la FUNDACION DIVINO SALVADOR, institución sin ánimo de lucro, de ayuda real y concreta para niños y familias que viven en condiciones de vulnerabilidad y pobreza. Con mucho esfuerzo y sacrificio, acudiendo a diferentes personas y entidades, logran la construcción de la planta física de la institución donde hoy en día funcionan los programas de alimentación, escuela de música, refuerzo de tareas, actividades lúdicas y sala de informática en la ciudad de Bucaramanga.